


esperando al príncipe azul
Permanezco acostada en una cama cubierta con una sábana nupcial. Esta sábana cubría el cuerpo completo de la mujer y tenía un pequeño agujero a la altura de la vagina, lo cual aseguraba que el acto sexual iba a llevarse a cabo solamente con fines reproductivos.
Fotografía Andrea Aragón
(Edificio de Correos. Ciudad de Guatemala, Guatemala. 1999)